¿Se puede aplicar membrana líquida sobre membrana asfáltica? Guía completa para reformar tu tejado
Cuando llega el momento de renovar la impermeabilización de un tejado, es normal cuestionarse si merece la pena retirar la membrana asfáltica existente o si, por el contrario, se puede aprovechar como base para la aplicación de membrana líquida. Aunque parezca una pregunta sencilla, la respuesta varía en función del estado de la membrana asfáltica, del tipo de superficie (hormigón, chapa, etc.) y de otros factores que influyen en la adherencia y el rendimiento a largo plazo.
En las siguientes secciones analizaremos en detalle cuándo sí y cuándo no es recomendable aplicar membrana líquida sobre una membrana asfáltica, así como algunos consejos para la preparación de la superficie, la elección del color y el mantenimiento adecuado para prolongar la vida útil de la nueva impermeabilización.
1. ¿En qué casos se puede aplicar membrana líquida sobre membrana asfáltica?
La clave para determinar si es viable pintar con membrana líquida encima de la asfáltica se resume en una sola frase: la membrana asfáltica debe estar en buen estado. Esto implica:
- Sin grietas profundas: Si hay roturas o fisuras notables, lo mejor es reparar o sustituir la zona afectada antes de aplicar la membrana líquida.
- Sin zonas descascarilladas o con burbujas: Cualquier parte de la membrana asfáltica que presente abombamientos podría estar encapsulando humedad, lo que a la larga provocará roturas y entradas de agua.
- Bien adherida al sustrato: Ya sea hormigón, chapa u otro material, la membrana asfáltica ha de estar firmemente unida, sin desprendimientos ni huecos.
- Sin acumulaciones de agua: En zonas donde se formen charcos de forma habitual, lo ideal es resolver primero el problema de encharcamiento.
Si tu membrana asfáltica cumple estas condiciones, aplicar membrana líquida encima suele ser una opción perfectamente válida.
2. Preparación de la superficie
Antes de empezar a pintar, es fundamental preparar adecuadamente la base para garantizar una buena adherencia y un resultado duradero:
- Limpieza profunda: Utiliza agua a presión (por ejemplo, con una hidrolavadora) para eliminar hongos, musgos, polvo y cualquier suciedad incrustada. Esto te ayudará a detectar grietas o defectos que quizás no se vean a simple vista.
- Sellado de grietas: Si hay pequeñas fisuras, conviene ensancharlas ligeramente para que el sellador elástico tenga mayor superficie de agarre y pueda desarrollar mejor sus propiedades de elasticidad.
- Reparación de zonas desprendidas: Si encuentras sectores de membrana asfáltica deteriorada, considera sustituir esas secciones por parches nuevos. Lo más recomendable es usar membrana que se coloque con llama o pistola de calor, ya que ofrece un sellado más eficaz, especialmente en los bordes.
- Prueba de adherencia: Aplica un poco de membrana líquida en un área pequeña y observa el comportamiento después de 24 a 48 horas. Si no se presentan problemas de desprendimiento, ya puedes proceder a cubrir toda la superficie.
3. Aplicación de la membrana líquida
Una vez que la superficie esté lista y completamente seca (nunca pintes sobre superficies húmedas), llega el momento de la aplicación:
3.1 Número de manos y cantidad de producto
- Capas necesarias: Lo habitual es aplicar al menos tres capas cruzadas, respetando los tiempos de secado indicados por el fabricante.
- Kilos por metro cuadrado: Más allá del número de capas, lo importante es la cantidad de producto por metro cuadrado. La mayoría de marcas recomiendan aproximadamente 1 kg de membrana líquida por metro cuadrado, de modo que, si el bote contiene 20 kg, conviene cubrir 20 m² hasta agotar el contenido, distribuyendo la cantidad en todas las manos necesarias.
3.2 Color de la membrana líquida y confort térmico
Pintar la cubierta de blanco puede ayudar a reflejar hasta un 70-90% de la radiación solar, lo que puede traducirse en una bajada de hasta 5-8 ºC en el interior de la vivienda. Este aspecto no solo mejora el confort, sino que también contribuye al ahorro energético en refrigeración durante los meses más calurosos.
4. ¿Qué ocurre si la membrana asfáltica está sobre un tejado de chapa?
Los tejados metálicos presentan algunas particularidades a tener en cuenta:
- Membrana asfáltica muy deteriorada: Si está llena de agujeros o presenta deterioros generalizados, es preferible retirar toda la membrana y valorar el estado de la chapa. Con frecuencia, un techo de chapa con muchos parches termina resultando más costoso y menos eficaz que instalar una nueva cubierta.
- Membrana asfáltica colocada “en plano” sobre chapa ondulada: Si la aplicación de la membrana no sigue el perfil de la chapa y queda sujeta en tensión, será más propensa a romperse con el granizo o con la misma dilatación de la chapa. En estos casos, aplicar membrana líquida encima no es muy recomendable, ya que el problema de base no se soluciona.
- Membrana correctamente adherida a la chapa: Solo cuando la membrana asfáltica cubre por completo las ondulaciones y se encuentra en buen estado puede ser razonable aplicar membrana líquida encima. Aun así, es importante evaluar la chapa subyacente: si está en mal estado, a la larga la cubierta seguirá dando problemas.
5. Mantenimiento y frecuencia de repintado
Como en cualquier impermeabilización, la limpieza y el mantenimiento periódico son fundamentales:
- Revisión anual: Retira hojas, tierra o cualquier residuo que obstruya los desagües o canalones. Revisa si se han formado fisuras o si existen desgastes notables tras lluvias intensas o heladas.
- Repintado cada 3-4 años: Si mantienes limpia la cubierta y realizas estas revisiones periódicas, bastará con una limpieza a fondo y un par de capas de membrana líquida adicionales cada 3 o 4 años para reponer el espesor perdido por la acción del sol y las inclemencias del tiempo.
Aplicar membrana líquida sobre membrana asfáltica es, en muchos casos, una estrategia eficaz para prolongar la vida útil de tu tejado. No obstante, todo depende del estado de la membrana existente y del tipo de superficie sobre el que se asienta. Asegúrate de realizar una buena limpieza, sellar grietas y, en los casos más extremos, valorar seriamente la sustitución total de la membrana o incluso de la propia cubierta si la chapa está dañada.
Si la cubierta está en buenas condiciones, la membrana líquida no solo contribuirá a una impermeabilización más eficaz, sino que, si optas por un color claro como el blanco, podrás disfrutar de una mejora notable en el confort térmico y de un ahorro energético considerable.
Esperamos que esta guía te ayude a tomar la mejor decisión para tu reforma. Cuéntanos en los comentarios tus dudas y experiencias sobre impermeabilización y no dudes en compartir este artículo si crees que puede ser de utilidad para otras personas.