Cómo curar una plancha - Guía completa para una superficie antiadherente perfecta
Curar una plancha nueva es un paso esencial para crear una capa antiadherente natural y protegerla de la oxidación. Este proceso sencillo, aunque requiere un poco de tiempo y paciencia, te permitirá disfrutar de tu plancha durante muchos años. En esta guía completa, te explicaremos los dos métodos principales para curar una plancha, con consejos adicionales para obtener los mejores resultados.
Preparación
- Limpieza: Antes de comenzar, lava la plancha con agua caliente y jabón para eliminar cualquier residuo de fabricación. Sécala bien con un paño limpio y déjala secar completamente al aire.
- Elección del aceite: Para curar la plancha, utiliza un aceite vegetal con un punto de humo alto, como aceite de girasol, canola o maíz. Evita aceites de oliva virgen extra o manteca, ya que pueden dejar un sabor residual.
Método 1 - Curado en el horno
El curado en el horno es un método sencillo y efectivo para crear una capa antiadherente uniforme en tu plancha. Este proceso requiere un poco más de tiempo que el curado en la cocina, pero ofrece resultados más duraderos y consistentes.
- Precalienta el horno: Precalienta tu horno a la temperatura máxima (alrededor de 230°C).
- Cubre la plancha con aceite: Aplica una capa fina y uniforme de aceite a toda la superficie de la plancha, incluyendo los bordes y la parte inferior.
- Hornea la plancha: Coloca la plancha boca abajo en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio. Hornea durante 1 hora.
- Apaga el horno y deja enfriar: Deja que la plancha se enfríe completamente dentro del horno con la puerta cerrada.
- Repite el proceso: Repite los pasos 2 a 4 dos o tres veces más para crear una capa antiadherente resistente.
Método 2 - Curado en la cocina
El curado en la estufa es un método rápido y práctico para preparar tu plancha para su uso. Este proceso es ideal para personas que buscan una solución rápida o que tienen poco tiempo.
- Calienta la plancha a fuego medio: Calienta la plancha a fuego medio durante unos minutos hasta que esté caliente al tacto.
- Aplica aceite: Frota una capa fina de aceite sobre la superficie caliente de la plancha con una toalla de papel o un trapo limpio.
- Elimina el exceso de aceite: Con un trapo limpio y seco, elimina el exceso de aceite de la plancha. La superficie debe tener un brillo satinado, no estar mojada.
- Repite el proceso: Repite los pasos 2 y 3 hasta que la plancha adquiera un color marrón oscuro uniforme.
Enfriamiento y almacenamiento
- Deja enfriar la plancha: Deja que la plancha se enfríe completamente antes de guardarla.
- Aplica una capa final de aceite: Frota una capa fina de aceite sobre la superficie de la plancha para protegerla de la oxidación.
- Guarda la plancha en un lugar seco: Guarda la plancha en un lugar seco y fresco cuando no la estés usando.
Consejos adicionales
- No uses jabón para lavar la plancha después de curarla. Simplemente límpiala con agua caliente y un paño suave.
- Si la comida se pega a la plancha, es posible que no esté bien curada o que necesites agregar más aceite.
- Para restaurar la superficie antiadherente de la plancha, puedes volver a curarla siguiendo los pasos mencionados anteriormente.
Curar una plancha es un proceso simple que te permitirá disfrutar de una superficie antiadherente duradera y evitará que la comida se pegue. Sigue los pasos de esta guía para obtener los mejores resultados y cuidar tu plancha durante muchos años.