Decorar en pareja sin morir en el intento: 5 acuerdos clave

Decorar en pareja puede ser un desafío, ya que es común tener gustos diferentes. De hecho, ¡hasta el 80% de las parejas no comparten la misma visión estética para su hogar! Intentar un reparto equitativo al 50/50 suele ser un error que deriva en espacios sin personalidad o con una estética confusa. La clave no está en ceder, sino en negociar. Por eso, te presento cinco acuerdos técnicos que te ayudarán a lograr una convivencia estética exitosa.

1. Acuerdo de estilo base: El punto de partida

Antes de elegir muebles, colores o adornos, definid cómo queréis que se sienta vuestra casa al entrar. Se trata de llegar a dos decisiones clave:

  • Sensación general: ¿Queréis un ambiente cálido, neutro, frío, acogedor o visualmente limpio? Buscad un punto en común que os satisfaga a ambos, sin caer en extremos.
  • Material dominante: Elegid un material que actúe como hilo conductor en toda la casa. Puede ser madera, metal en negro, blanco, etc. Lo importante es que ambos estéis de acuerdo.

2. Acuerdo de dirección: ¿Quién manda en cada espacio?

En lugar de intentar un 50/50 forzado en cada rincón, repartid el liderazgo de la decoración por toda la casa. ¿Cómo hacerlo? Basándoos en el estilo de vida. Si a uno le encanta cocinar y pasar tiempo en la cocina y el comedor, tendrá más peso en la dirección de esos espacios. Si el otro considera el dormitorio su refugio, este espacio reflejará más su personalidad. Esto no significa que cada espacio sea exclusivo para una persona, sino que tendrá una dirección clara.

3. Acuerdo de cantidad de decoración: Minimalismo vs. Acumulación

Algunos prefieren espacios minimalistas y despejados, mientras que otros disfrutan rodeándose de objetos y recuerdos. La solución está en delimitar zonas específicas. Por ejemplo, uno puede preferir una zona de sofás despejada, con solo un par de detalles selectos, mientras que el otro tiene libertad para crear composiciones más complejas en una estantería o aparador. Así, ambos tenéis un espacio para expresaros sin saturar ni vaciar toda la casa.

4. Acuerdo de mezcla de estilos: La clave para armonizar

Si habéis cumplido los acuerdos anteriores, este será mucho más sencillo. Aquí hay dos reglas fundamentales:

  • Estilo base vs. Estilo secundario: Olvida el 50/50. Decidid qué estilo predominará y cuál acompañará. Por ejemplo, si uno prefiere lo rústico y el otro lo minimalista, podéis optar por una base minimalista con toques rústicos en elementos concretos, o viceversa.
  • Aplicación en piezas grandes y pequeñas: El estilo base se aplicará a las piezas más grandes, mientras que el estilo secundario se incorporará en detalles.

Si uno prefiere un estilo rústico y otro uno moderno, los muebles grandes pueden ser rústicos y los detalles como cuadros, alfombras o cojines pueden aportar el toque moderno. Incluso si uno tiene muebles heredados y el otro prefiere un estilo actual, se puede descontextualizar la pieza antigua rodeándola de elementos más modernos.

5. Acuerdo de piezas identitarias: Los objetos irrenunciables

Todos tenemos objetos que son importantes para nosotros y que queremos tener en casa sí o sí. Este acuerdo consiste en decidir cuáles son esas piezas identitarias de cada uno y cómo integrarlas en la decoración. Cuantas menos sean, mejor. Si cada uno elige dos o tres, será mucho más fácil incorporarlas dentro de la casa que habéis construido con los acuerdos anteriores. Esto evita la sensación de renunciar a vuestra personalidad y hace que el espacio se sienta como una imposición.


Decorar en pareja no se trata de convencer, imponer o buscar quién tiene la razón. Se trata de entender cómo construir un hogar entre dos, con una base común, espacios definidos, equilibrio en la decoración y la integración de las piezas que os hacen sentir como en casa. ¡Así, el conflicto desaparece y la armonía florece!