Errores habituales en canalones que pueden arruinar tu casa

Puede que no les prestes mucha atención, pero los canalones y bajantes de tu vivienda cumplen una función esencial: recoger y evacuar el agua de lluvia del tejado de forma controlada. Sin embargo, un diseño deficiente, una instalación incorrecta o la falta de mantenimiento pueden convertir estos elementos en el origen de graves problemas como humedades, filtraciones en techos y paredes, e incluso daños estructurales. A menudo, estos problemas pasan desapercibidos hasta que el daño ya es considerable y costoso de reparar. Basándonos en experiencias y errores comunes, repasamos los puntos clave a tener en cuenta para evitar disgustos y gastos innecesarios.

Errores comunes a evitar en tus canalones y bajantes

1. No subestimes el tamaño de los canalones

Uno de los errores más frecuentes es instalar canalones demasiado pequeños. Aunque existen cálculos teóricos basados en la superficie del tejado para lluvias normales, la realidad es que las tormentas intensas, el granizo o la acumulación de suciedad pueden superar rápidamente la capacidad de un canalón infradimensionado. El resultado es el desbordamiento del agua, que puede filtrarse hacia el interior de la vivienda. Por experiencia, es preferible sobredimensionar ligeramente los canalones, priorizando la funcionalidad sobre la estética pura. Siempre habrá maneras de integrar estéticamente canalones más grandes o disimularlos si es necesario.

2. Bajantes pluviales: el diámetro sí importa

De nada sirve un canalón grande si la bajante por donde debe evacuar el agua es demasiado estrecha. Al igual que con los canalones, si la salida es pequeña o se obstruye fácilmente con hojas, ramas o suciedad, el canalón se llenará como una pequeña piscina y el agua buscará salir por donde no debe. Como norma general, evita bajantes con un diámetro inferior a 10 cm (o su equivalente en sección rectangular, como 8x11 cm). Un diámetro mayor dificulta la obstrucción completa y permite que el agua siga fluyendo incluso con algo de suciedad, dando margen hasta la siguiente limpieza.

3. El peligro de las bajantes interiores

Estéticamente, puede parecer tentador ocultar las bajantes pluviales haciéndolas discurrir por el interior de la vivienda, quizás empotradas en muros o pilares. Sin embargo, esta solución entraña riesgos significativos. Si una bajante interior se atasca o tiene una fuga, el agua rebosará directamente dentro de casa. Si está empotrada, el problema puede no ser visible hasta que la humedad haya causado daños importantes en paredes, techos o aislamientos. La reparación, además, será mucho más compleja y costosa, implicando obras en el interior. Siempre que sea posible, opta por bajantes exteriores. Son más accesibles para inspección y mantenimiento, y cualquier problema será visible y menos dañino. Se pueden pintar del color de la fachada para disimularlas o incluso usar un color de contraste como elemento de diseño.

4. Uniones en canalones: puntos débiles a evitar

Si puedes instalar el canalón en una sola pieza continua, evitarás muchos problemas potenciales. A menudo, por comodidad en el transporte o por economía, se instalan tramos más cortos que se unen en la obra mediante remaches, solapes y selladores. Cada una de estas uniones es un punto débil. Por muy bien sellada que esté inicialmente, las dilataciones y contracciones del material por los cambios de temperatura, las vibraciones por el viento o los movimientos estructurales pueden generar microfisuras o desajustes con el tiempo, dando lugar a filtraciones. Es especialmente importante evitar soldaduras entre metales distintos (como chapa galvanizada y estaño), ya que pueden provocar corrosión galvánica y deteriorar la unión rápidamente. La mejor opción es siempre buscar fabricantes o instaladores que puedan suministrar e instalar canalones a medida de una sola pieza.

Soluciones prácticas para mejorar la seguridad

5. Incorpora aliviaderos o rebosaderos de seguridad

Una medida de seguridad simple y muy eficaz es incluir aliviaderos o rebosaderos en los canalones. Se trata de aberturas secundarias, situadas estratégicamente (normalmente cerca de las bajantes), que actúan como un fusible hidráulico. Si el desagüe principal se obstruye o el caudal de agua es excesivo, el agua puede salir por estos aliviaderos hacia el exterior, evitando que rebose hacia el interior de la vivienda o por encima de la fachada. Si el canalón funciona correctamente, nunca debería salir agua por ellos. Ver agua salir por un aliviadero es una señal clara de que la bajante está obstruida y requiere una limpieza urgente. En canalones exteriores vistos, a veces basta con unas simples perforaciones o un corte en el borde exterior a la altura de la bajante.

6. Protección anti-hojas y mantenimiento regular

La acumulación de hojas, ramas, tierra y otros residuos es la causa más común de obstrucción de canalones y bajantes, especialmente en zonas con árboles. Esta suciedad no solo tapona, sino que al descomponerse genera un ambiente húmedo que puede atraer insectos y acelerar la corrosión del canalón si no está bien protegido.

  • Limpieza periódica: Es fundamental limpiar los canalones al menos una o dos veces al año, preferiblemente después del otoño (caída de hojas) y tras periodos de vientos fuertes. Si no puedes o no quieres hacerlo tú mismo, contratar a un profesional siempre será más económico que reparar los daños causados por una obstrucción.
  • Rejillas y protectores: Una solución muy práctica es instalar rejillas o mallas protectoras sobre los canalones. Estos sistemas evitan que las hojas y residuos grandes entren en el canalón, permitiendo el paso del agua. Son relativamente económicos y fáciles de instalar, y reducen significativamente la frecuencia de limpieza necesaria y el riesgo de atascos.

7. Cuidado con los canalones ocultos internos

En la arquitectura moderna, existe una tendencia a diseñar cubiertas con poca pendiente o visualmente planas, ocultando la inclinación real detrás de petos o muros perimetrales. Esto a menudo obliga a instalar canalones internos, es decir, canalones que quedan dentro del perímetro del edificio, aunque sean exteriores a la cubierta propiamente dicha. Como ya se mencionó, cualquier sistema interior es intrínsecamente más arriesgado que uno exterior. Si optas por esta solución, es absolutamente crucial seguir todas las recomendaciones anteriores, especialmente en cuanto a dimensionamiento generoso de canalones y bajantes, instalación de aliviaderos y un mantenimiento exquisito.

Consejos adicionales rápidos

  • Pendiente adecuada: Asegúrate de que los canalones tengan una ligera pendiente hacia las bajantes. Una pendiente insuficiente favorece el estancamiento del agua y la acumulación de sedimentos, facilitando los atascos.
  • Elección del material: Aunque existen canalones de PVC, suelen tener una durabilidad menor, especialmente si están muy expuestos al sol, ya que pueden deformarse. Los materiales metálicos (aluminio, zinc, cobre, chapa lacada) suelen ofrecer mayor resistencia y vida útil si están bien instalados y mantenidos.

Prestar atención a estos detalles en el diseño, instalación y mantenimiento de tus canalones puede ahorrarte muchos problemas y dinero a largo plazo, garantizando que tu casa permanezca seca y protegida frente a las inclemencias del tiempo.