Elige los colores perfectos para tu dormitorio y descansa como un rey
Elegir los colores adecuados para nuestro dormitorio es crucial para crear un espacio que invite a la relajación y el descanso. Pero, ¿sabemos qué colores debemos evitar a toda costa? Aquí te lo contamos:
¿Qué colores NO deberías usar en tu dormitorio?
Aunque es fundamental elegir colores que favorezcan el descanso, también es importante saber qué tonalidades evitar para no sabotear la paz de tu dormitorio.
Rojo intenso: Pasión sí, pero no en las paredes
El rojo puro es un color estimulante y agresivo. Usarlo en las paredes del dormitorio puede generar un ambiente inquietante y dificultar el descanso. Si te gusta el rojo, opta por tonalidades más suaves o agrisadas, o resérvalo para pequeños detalles decorativos como cojines, lámparas o cuadros. ¡Recuerda que menos es más!
Amarillo vibrante: Demasiado estimulante
Al igual que el rojo, el amarillo en su versión más pura puede resultar molesto a la vista y generar inquietud. Es preferible utilizar tonos más calmados, como amarillos pastel o vainilla, que aporten luminosidad y calidez sin ser estridentes.
Naranja brillante: Energía con precaución
El naranja brillante, al ser una combinación de rojo y amarillo, comparte las mismas características negativas. Si quieres incorporarlo, opta por tonalidades más apagadas o tonos terracota suaves, y resérvalo para pequeños detalles. En dormitorios infantiles, ¡cuidado! Puede ser contraproducente, especialmente en niños hiperactivos.
Colores fluorescentes y saturados: Caos visual
Estos colores pueden ser atractivos en pequeñas dosis, pero en un dormitorio pueden generar caos y dificultar la relajación. Mejor reservarlos para accesorios o detalles decorativos en otras áreas de la casa.
Colores recomendados para un dormitorio de ensueño
Ahora que ya sabemos qué colores evitar, veamos cuáles son los más indicados para crear un ambiente relajante y favorecer el descanso:
Blancos cálidos: Luminosidad y amplitud
Los blancos cálidos son ideales para crear ambientes visualmente amplios. Más adelante profundizaremos en los diferentes tipos de blancos.
Neutros agrisados y tonos achocolatados: Elegancia y calidez
Estos colores están en auge y aportan un toque sofisticado al dormitorio. Sin embargo, es importante cuidar la iluminación, ya que en habitaciones poco iluminadas pueden resultar tristes y sombríos. ¡Ten en cuenta la orientación de tu habitación!
Tonos pastel: Dulzura y tranquilidad
Colores como el rosa empolvado o el azul cielo transmiten dulzura y tranquilidad, especialmente combinados con blancos y grises. Quedan especialmente bien en dormitorios de estilo rústico o natural.
Verdes suaves: Frescura y paz
Los verdes suaves aportan frescura y dan la sensación de paz que transmite la naturaleza. Un verde más oscuro, combinado con blancos o tonos tierra, también puede ser una excelente opción.
Tonos oscuros: Intimidad y sofisticación
Para quienes buscan un ambiente más íntimo y sofisticado, los tonos oscuros como el azul marino, el verde esmeralda o incluso el negro pueden ser una excelente opción. Combínalos con muebles de madera oscura y textiles en tonos claros para crear un contraste elegante y acogedor. ¡No te olvides de la iluminación!
Grises cálidos: Serenidad y versatilidad
Los grises cálidos son perfectos para crear ambientes serenos y elegantes. Al ser neutros, se adaptan a cualquier estilo decorativo y aportan confort.
El greige: Un acierto seguro
Si aún no te decides, el greige (una mezcla entre gris y beige) es un color versátil, cálido y elegante que nunca falla. Combina la calidez del beige con la sofisticación del gris, creando un ambiente neutro pero con personalidad.
Consejos extra para un dormitorio perfecto
- Si te atreves con un color intenso: Píntalo en una sola pared, preferiblemente detrás del cabecero de la cama.
- Añade color con textiles: Cojines, mantas, cortinas y alfombras te permiten cambiar la paleta de colores de forma sencilla.
- La iluminación es clave: Asegúrate de contar con luz natural y complementar con lámparas que realcen los tonos elegidos. ¡Es la guinda del pastel!
Recuerda que lo más importante es que te sientas a gusto en tu propio espacio. ¡Elige los colores que te hagan feliz!