Radiadores, suelos radiantes y fancoils: ¿qué sistema de calefacción elegir?

La calefacción es un elemento esencial para el confort y el bienestar en el hogar, especialmente en los meses más fríos del año. Sin embargo, no todos los sistemas de calefacción son iguales, y cada uno tiene sus ventajas y desventajas. En este artículo vamos a comparar tres, de los sistemas más comunes: los radiadores, los suelos radiantes y los fancoils.

¿Qué son los radiadores, los suelos radiantes y los fancoil?

Los radiadores son dispositivos metálicos que se colocan en las paredes y que transmiten el calor por convección, es decir, calentando el aire que circula por la habitación. Los radiadores suelen funcionar con agua caliente que proviene de una caldera de gas o gasoil.

El suelo radiante es un sistema que consiste en tuberías que se instalan bajo el pavimento y que distribuyen el calor por radiación, es decir, calentando directamente los objetos y las personas. Los suelos radiantes también funcionan con agua caliente, pero a una temperatura menor que los radiadores, lo que supone un ahorro energético.

Por otro lado, fancoils son unidades que se colocan en el techo o en la pared y que combinan el calor por convección y por radiación. Los fancoils tienen un ventilador que impulsa el aire a través de una batería de agua caliente o fría, según se quiera calefacción o refrigeración. Pueden funcionar con agua procedente de una caldera o de una bomba de calor.

¿Qué diferencias hay entre los radiadores, los suelos radiante y los fancoil?

A la hora de elegir entre estos tres sistemas de calefacción, hay que tener en cuenta varios aspectos, como la distribución del calor, la temperatura de funcionamiento, la eficiencia, la velocidad de calentamiento, el espacio y la inversión inicial.

Distribución del calor y sensación de confort

👌 Los suelos radiantes ofrecen una distribución del calor más uniforme y homogénea que los radiadores y los fancoils, ya que cubren toda la superficie del suelo. Además, al calentar por radiación, evitan las corrientes de aire y mantienen la humedad natural del ambiente. Esto se traduce en una mayor sensación de confort térmico.

👎 Los radiadores y los fancoil generan una distribución del calor más desigual e irregular, ya que dependen de la ubicación y el número de unidades. Además, al calentar por convección, provocan movimientos de aire y reducen la humedad y el oxígeno. Esto puede causar sequedad en las mucosas y en la piel.

Temperatura de funcionamiento

👌 Los suelos radiantes funcionan con agua a una temperatura entre 30 y 45ºC, lo que supone un menor consumo energético que los radiadores y los fancoils. Además, al tener una mayor inercia térmica, conservan el calor durante más tiempo.

👎 Los radiadores funcionan con agua a una temperatura entre 70 y 80ºC, lo que implica un mayor gasto energético. Además, al tener una menor inercia térmica, pierden el calor más rápidamente.

👍 Los fancoils funcionan con agua a una temperatura entre 40 y 60ºC, lo que supone un consumo intermedio entre los suelos radiantes y los radiadores. Además, al tener un ventilador incorporado, pueden regular la temperatura con mayor precisión.

Eficiencia

👌 Los suelos radiantes son los sistemas más eficientes desde el punto de vista energético, ya que aprovechan mejor el calor generado por la fuente térmica (caldera o bomba de calor). Según algunos estudios, pueden ahorrar hasta un 20% en el consumo respecto a los radiadores.

👎 Los radiadores son los sistemas menos eficientes desde el punto de vista energético, ya que desperdician parte del calor generado por la fuente térmica (caldera o bomba de calor). Según algunos estudios, pueden consumir hasta un 30% más que los suelos radiante.

👍 Los fancoils son sistemas intermedios desde el punto de vista energético, ya que tienen una mayor capacidad de adaptación a las condiciones climáticas y a las necesidades de cada estancia. Según algunos estudios, pueden consumir entre un 10% y un 15% menos que los radiadores.

Velocidad de calentamiento

👌 Los radiadores y los fancoil son los sistemas más rápidos en calentar una habitación, ya que transmiten el calor directamente al aire. En pocos minutos pueden alcanzar la temperatura deseada.

👎 El suelo radiante es el sistema más lentos en calentar una habitación, ya que transmiten el calor al pavimento y luego a los objetos y las personas. Pueden tardar varias horas en alcanzar la temperatura deseada.

Espacio y posibilidades de instalación

👍 Los suelos radiantes son los sistemas que requieren más espacio y más obra para su instalación, ya que implican levantar el suelo existente y colocar las tuberías bajo el nuevo pavimento. Aunque por otro lado nos permiten crear habitaciones más diáfanas al no ocupar paredes ni techos.

👍 Los radiadores son los sistemas que requieren menos espacio y menos obra para su instalación, ya que solo necesitan una conexión a la red de agua y un enchufe eléctrico a veces. Además, son compatibles con cualquier tipo de suelo.

👍 Los fancoils son sistemas que requieren un espacio intermedio y una obra moderada para su instalación, ya que necesitan una conexión a la red de agua y un conducto de aire. Además, pueden instalarse en el techo o en la pared, según el diseño de la vivienda.

Inversión inicial

👎 Los suelos radiantes son los sistemas más caros en cuanto a inversión inicial, ya que suponen un coste elevado tanto en materiales como en mano de obra. Según algunos datos, el precio medio puede rondar los 40 euros por metro cuadrado.

👌 Los radiadores son los sistemas más baratos en cuanto a inversión inicial, ya que suponen un coste bajo tanto en materiales como en mano de obra. Según algunos datos, el precio medio puede rondar los 15 euros por metro cuadrado.

👍 Los fancoils son sistemas intermedios en cuanto a inversión inicial, ya que suponen un coste moderado tanto en materiales como en mano de obra. Según algunos datos, el precio medio puede rondar los 25 euros por metro cuadrado.

¿Qué sistema de calefacción elegir?

Como hemos visto, cada sistema de calefacción tiene sus pros y sus contras, y la elección dependerá de varios factores, como el clima, el tipo de vivienda, el presupuesto y las preferencias personales. No obstante, podemos establecer algunas recomendaciones generales:

• Los suelos radiantes son ideales para viviendas nuevas o en reforma integral, con buen aislamiento térmico, con pavimentos compatibles y con una fuente térmica eficiente (bomba de calor o aerotermia). Ofrecen un alto confort térmico y un bajo consumo energético, pero requieren una gran inversión inicial y una larga espera para calentar el ambiente.
• Los radiadores son ideales para viviendas antiguas o sin reforma, con poco aislamiento térmico, con cualquier tipo de pavimento y con una fuente térmica convencional (caldera de gas o gasoil). Ofrecen un bajo confort térmico y un alto consumo energético, pero requieren una baja inversión inicial y tienen una rápida respuesta para calentar el ambiente.
• Los fancoils son ideales para viviendas modernas o en reforma parcial, con un aislamiento térmico medio, con espacio disponible en el techo o la pared y con una fuente térmica versátil (bomba de calor o aerotermia). Ofrecen un confort térmico medio y un consumo energético moderado, pero requieren una inversión inicial media y una regulación precisa para calentar el ambiente.

Los radiadores, los suelos radiantes y los fancoils son tres sistemas de calefacción que se diferencian en varios aspectos, como la distribución del calor, la temperatura de funcionamiento, la eficiencia, la velocidad de calentamiento, el espacio y la inversión inicial. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá de las características y las necesidades de cada vivienda. Lo importante es informarse bien antes de decidir y contar con profesionales.