Casa en reformas

¿Pensando en reformar? ¡Esta guía es para Ti!

26 de mar. de 2025

Si estás considerando reformar tu vivienda, ¡no estás solo! Con la escasez de obra nueva y la antigüedad del parque inmobiliario español, cada vez más personas optan por comprar viviendas de segunda mano y adaptarlas a sus necesidades. De hecho, en 2024, ¡casi el 90% de las compraventas fueron de segunda mano! Y con una antigüedad media de 44 años, muchas de estas viviendas necesitan una reforma.

Pero seamos honestos, una reforma puede ser estresante. Por eso, es crucial saber qué pasos seguir y qué precauciones tomar para evitar errores costosos. En este artículo, te guiaremos a través de todo el proceso, desde la planificación inicial hasta los acabados finales, para que puedas llevar a cabo una reforma exitosa y sin demasiados dolores de cabeza.

El proyecto: La piedra angular de tu reforma

Lo primero, y a menudo lo más olvidado, es el proyecto. Piensa en él como el mapa que te guiará hasta el final del camino. Un buen proyecto debe:

  • Sacar el máximo partido al espacio disponible.
  • Tener en cuenta tus necesidades y presupuesto.
  • Considerar los condicionantes espaciales y constructivos de la vivienda.
  • Cumplir con las normativas vigentes.

Contratar a un buen profesional para elaborar el proyecto te ahorrará muchos problemas y dinero a largo plazo, además de garantizar que tu casa tenga sentido y aumente su valor.

Elegir la vivienda adecuada: Un paso crucial

Si aún estás buscando casa, ¡la elección correcta es fundamental! Antes de lanzarte a comprar, considera:

  • El estado general de la vivienda y el edificio.
  • Las posibilidades de reforma.
  • La ubicación y sus servicios.

Una asesoría profesional puede ayudarte a tomar la mejor decisión y a negociar un buen contrato de arras.

Manos a la obra: El proceso de reforma paso a paso

Una vez que tienes la vivienda, comienza el proceso de reforma. Aquí te dejo los pasos clave:

  1. Medición detallada: Una medición precisa es esencial para un buen proyecto. ¡Desconfía de las mediciones rápidas!
  2. Entender tus necesidades: ¿Cómo vives? ¿Cuántas personas son en la familia? ¿Teletrabajas? Un buen arquitecto te hará estas preguntas para diseñar un espacio a tu medida.
  3. Diseño de distribución e instalaciones: El arquitecto elaborará un primer esbozo de la distribución y definirá las instalaciones (electricidad, fontanería, climatización). ¡No dejes esto al azar!
  4. Permisos: En muchos ayuntamientos, las reformas se tramitan mediante declaración responsable. El arquitecto te proporcionará la documentación necesaria.
  5. Búsqueda de constructor: Con el proyecto y las mediciones, ¡es hora de buscar constructor! Pide varios presupuestos y no te dejes llevar solo por el precio más bajo.
gray concrete walls with broken floor

Elegir al constructor: ¡No te fíes solo del precio!

La elección del constructor es crucial. Lamentablemente, el sector de las reformas está lleno de empresas poco profesionales. Ten en cuenta lo siguiente:

  • Referencias: Pide referencias y asegúrate de que la empresa esté al nivel de la obra.
  • Presupuestos: No te fíes del precio más bajo. Algunos constructores hacen bajadas temerarias para conseguir la obra y luego suben los costes con extras o materiales de baja calidad.
  • Contrato: Establece una fecha de finalización de obra y posibles penalizaciones por retraso. Define claramente el calendario de pagos.

Supervisión de la obra: El papel del arquitecto

Si contratas a un arquitecto para la dirección de obra, su función será representar tus intereses en la obra, asegurándose de que el proyecto se ejecute tal y como está diseñado. También tomará decisiones sobre cualquier aspecto que lo requiera, resolverá dudas y modificará los planos si es necesario.

Recuerda que el arquitecto no es el jefe de obra. La empresa constructora debe tener a una persona encargada de coordinar a los profesionales.

Durante la obra: Involúcrate, ¡Pero con cabeza!

Durante la obra, es normal que quieras estar involucrado, pero evita:

  • Aparecer por la obra sin avisar.
  • Saltarte al arquitecto o al jefe de obra.
  • Contratar cosas por separado sin coordinarlo con el constructor.

Si has elegido bien a tu equipo, ¡confía en ellos! Y si surgen problemas, ¡echa mano del contrato!

El final de la obra: ¡Atención a los acabados!

El final de la obra es un momento crítico. Los acabados son lo que más guerra da, así que asegúrate de:

  • Haber contratado a una empresa profesional.
  • No haber pagado aún el 100% de la obra.
  • Contar con la supervisión del arquitecto para garantizar que las cosas se ejecuten correctamente.

Reformar una vivienda puede ser un proceso complejo, pero siguiendo estos pasos y precauciones, puedes llevar a cabo una reforma exitosa y disfrutar de la casa de tus sueños. ¡Mucha suerte!

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