Cómo rescatar las suculentas podridas

Las suculentas, con sus formas curiosas y colores vibrantes, se han convertido en las favoritas de muchos aficionados a la decoración. Sin embargo, estas plantas también pueden ser propensas a problemas, como la pudrición. Si notas que tu suculenta se ve decaída, con hojas blandas o tallos marrones, no te desesperes. ¡Aún hay esperanza!

En este artículo, te guiaremos paso a paso en el proceso de salvar una suculenta podrida, desde la identificación del problema hasta el tratamiento y la recuperación. Además, te ofreceremos algunos consejos para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro.

Síntomas de una suculenta podrida

  • Hojas blandas y descoloridas: Las hojas de una suculenta sana deben sentirse firmes y turgentes. Si se sienten blandas o gomosas, es un signo de que la planta está reteniendo demasiada agua.
  • Tallos marrones o negros: Los tallos sanos de las suculentas suelen ser verdes o de color marrón claro. Si observas que los tallos se tornan marrones o negros, es probable que la pudrición haya comenzado a extenderse.
  • Raíces blandas o negras: Si la pudrición ha avanzado hasta las raíces, estas se tornarán blandas, negras y frágiles.

Cómo salvar una suculenta podrida

1. Actúa rápido: Cuanto antes identifiques el problema y tomes medidas, mayor será la probabilidad de salvar tu suculenta.

2. Retira la planta de la maceta: Con cuidado, saca la suculenta de su maceta y examina las raíces. Elimina cualquier raíz blanda o negra con unas tijeras afiladas y desinfectadas.

3. Deja secar el tallo: Deja el tallo de la suculenta al aire libre durante unos días para que se seque y cicatrice el corte. Puedes espolvorear un poco de fungicida en polvo sobre el corte para evitar infecciones.

4. Planta la suculenta en tierra fresca: Una vez que el tallo esté seco, planta la suculenta en una maceta nueva con tierra fresca y bien drenada. Asegúrate de que la maceta tenga orificios de drenaje en la base.

5. Riega con moderación: No riegues la suculenta recién plantada hasta que la tierra esté completamente seca. A partir de entonces, riega solo cuando la tierra esté completamente seca al tacto.

6. Proporciona luz solar adecuada: La mayoría de las suculentas necesitan luz solar brillante para prosperar. Coloca tu suculenta en un lugar que reciba al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa al día.

Prevención

  • Riego adecuado: El exceso de riego es la causa más común de pudrición en las suculentas. Riega solo cuando la tierra esté completamente seca y asegúrate de que la maceta tenga orificios de drenaje adecuados.
  • Tierra adecuada: Utiliza una mezcla de tierra para macetas bien drenada que esté específicamente diseñada para suculentas y cactus.
  • Maceta adecuada: Elige una maceta que sea un poco más grande que la suculenta para que las raíces tengan espacio para crecer. Asegúrate de que la maceta tenga orificios de drenaje en la base.
  • Luz solar: La mayoría de las suculentas necesitan luz solar brillante para prosperar. Coloca tu suculenta en un lugar que reciba al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa al día.
  • Ventilación adecuada: Asegúrate de que tu suculenta tenga una buena circulación de aire. Evita colocarla en lugares congestionados o con poca ventilación.
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Salvar una suculenta podrida requiere un poco de esfuerzo y paciencia, pero es posible con los cuidados adecuados. Si sigues los consejos de este artículo, podrás darle a tu suculenta una segunda oportunidad de vida y disfrutar de su belleza durante muchos años más.