¡Parrilla como nueva! Guía para eliminar óxido y grasa
Si eres de los que disfruta de un buen asado con amigos, seguro que te ha pasado: la parrilla, después de unos cuantos usos, empieza a mostrar signos de óxido y grasa incrustada. ¡Pero no te preocupes! No hace falta que tires tu parrilla a la basura. Con los productos adecuados y un poco de maña, puedes dejarla como nueva.
Limpieza a fondo: el primer paso
Lo primero es eliminar la grasa y el óxido superficial. Para ello, necesitarás:
- Un buen antigrasa.
- Una escobilla metálica (o estropajo de acero).
- Agua.
Pulveriza el antigrasa sobre la parrilla y déjalo actuar unos minutos. Luego, frota con la escobilla metálica para quitar la grasa y el óxido. Aclara con abundante agua.
Pulido profesional: ¡a usar el taladro!
Una vez eliminada la primera capa de suciedad, es hora de pulir con un taladro y distintos tipos de gratas. Recuerda usar guantes y gafas de seguridad. Las gratas cónicas, circulares y espirales son ideales para llegar a todos los rincones de la parrilla.
Para zonas de difícil acceso, puedes usar una lija para metales de grano 100 para un pulido más preciso.
Desoxidación total: el toque final
El óxido es persistente, así que, para asegurarte de eliminarlo por completo, utiliza un desoxidante. Puedes aplicarlo directamente con una brocha o mezclarlo con agua (cuatro partes de agua por una de desoxidante) si el óxido no es muy abundante. ¡No olvides enjuagar muy bien la parrilla con agua después de aplicar el desoxidante!
Pintura para altas temperaturas: ¡como nueva!
Para darle un toque estético y proteger la parrilla, puedes pintarla con un spray para altas temperaturas. Aplica varias capas finas a una distancia de unos 30 centímetros, usando guantes, respirador y gafas de seguridad. ¡Verás qué cambio!
¡Ya lo sabes! Con estos consejos y los productos adecuados, tu parrilla estará lista para disfrutar de los mejores asados con tus amigos.
