Qué hacer si tu casa se inunda: Guía completa de secado y reparación
Las imágenes de inundaciones, como las vistas recientemente en distintas partes del mundo, son impactantes. Ver calles convertidas en ríos y casas anegadas es desolador. Pero una vez que el agua se retira, comienza una fase igualmente crítica: la recuperación del hogar. Muchos propietarios, llevados por la urgencia, cometen errores que a la larga empeoran la situación. Esta guía te ayudará a entender qué le ocurre realmente a tu casa y cómo actuar para asegurar una reparación duradera.
El enemigo silencioso: La humedad atrapada
Cuando una casa se inunda, no está simplemente mojada; está saturada. El agua penetra profundamente en paredes, suelos, techos, aislamientos e incluso instalaciones. El principal problema no es el agua visible, sino la humedad que queda atrapada en el interior de los materiales de construcción. Pensar que porque algo parece seco por fuera o ya no huele mal está solucionado es el primer gran error.
Esta humedad oculta, si no se elimina correctamente, persistirá durante semanas o meses. Intentar taparla con pintura nueva, un nuevo revoco o colocando un suelo nuevo encima es como poner un parche sobre una herida infectada: tarde o temprano, el problema resurgirá en forma de manchas, moho, malos olores y deterioro de los materiales.
Errores comunes tras una inundación que debes evitar
En el afán por volver a la normalidad, es fácil caer en ciertas trampas. Evítalas a toda costa:
1. Pintar o revocar demasiado pronto
Es la equivocación más frecuente. Las paredes necesitan expulsar la enorme cantidad de agua absorbida, un proceso que realizan lentamente, "respirando" a través de sus poros. Si aplicas una pintura impermeable o un revoco nuevo antes de que la pared esté realmente seca, sellas esos poros. La humedad atrapada buscará salir, provocando ampollas en la pintura, desprendimientos del revoco y la aparición de moho y hongos.
2. Volver a vivir en la casa antes de tiempo
Aunque la necesidad de regresar al hogar es comprensible, hay que ser cautos. Una casa que no se ha secado y ventilado adecuadamente es un caldo de cultivo para el moho y los ácaros, perjudiciales para la salud. Además, la presencia de personas y la actividad diaria pueden dificultar el proceso de secado. Si es posible, espera a que las zonas más afectadas estén recuperadas.
3. No levantar suelos afectados
Suelos de madera, laminados o tarimas flotantes pueden parecer secos en superficie, pero es muy probable que el agua haya quedado atrapada debajo. Esta humedad estancada genera hongos, malos olores y puede deformar permanentemente el suelo. Si el suelo estuvo bajo el agua, aunque fueran pocos centímetros, es casi imprescindible levantarlo para limpiar, secar y ventilar la base antes de decidir si se puede reinstalar o necesita ser reemplazado.
4. Confiar en que la electricidad está bien
Si el nivel del agua superó los 20-30 cm, es muy probable que haya alcanzado cajas de enchufes, interruptores y entrado en los tubos corrugados que conducen el cableado. Aunque la luz vuelva, la humedad residual puede provocar cortocircuitos, derivaciones o fallos peligrosos a medio plazo. Es fundamental una revisión por parte de un electricista cualificado.
Guía práctica para una recuperación eficaz
Una vez entendidos los riesgos, veamos los pasos correctos a seguir:
1. Paciencia: El secado requiere tiempo
No te precipites. El secado completo puede llevar semanas, dependiendo de la gravedad de la inundación, los materiales afectados y las condiciones climáticas. Una pared húmeda suele estar más fría al tacto, pueden aparecer manchas nuevas y el olor a humedad persistirá. Para una medición más precisa, puedes usar un higrómetro (medidor de humedad), un aparato relativamente asequible que indica el porcentaje de humedad en distintos materiales.
2. Ventilación constante y cruzada
Es clave para acelerar el secado. Abre puertas y ventanas de lados opuestos de la casa para crear corrientes de aire (ventilación cruzada). Esto permite que el aire húmedo interior sea reemplazado por aire más seco del exterior. Ventila todo, incluyendo armarios y cajones. La casa necesita respirar.
3. Retirar materiales irrecuperables
Alfombras, moquetas, colchones, muebles de aglomerado hinchados y cualquier otro elemento empapado que no se pueda recuperar deben sacarse de la casa cuanto antes. Absorben mucha agua, tardan una eternidad en secarse y mantienen un ambiente húmedo que retrasa el secado general de la estructura.
4. Limpieza enfocada en la desinfección
El objetivo principal no es que huela a limpio, sino desinfectar para eliminar bacterias, virus y esporas de moho. La solución más eficaz y económica es usar lejía diluida:
- Mezcla: Una parte de lejía por diez partes de agua (ej: 100 ml de lejía en 1 litro de agua).
- Aplicación: Usa un trapo, esponja o pulverizador.
- Actuación: Deja actuar unos minutos antes de aclarar con agua limpia.
Evita usar amoniaco, limpiadores muy perfumados o desengrasantes agresivos, ya que pueden dañar superficies o dejar residuos que dificulten la adherencia posterior de pinturas o revocos.
5. Uso inteligente de calefactores y aire acondicionado
Pueden ayudar, pero con precaución:
- Calefactores: Útiles para evaporar humedad, pero asegúrate de ventilar intermitentemente para que el vapor de agua pueda salir y no se condense en otras superficies frías (ventanas, techos).
- Aire Acondicionado: Úsalo en modo "Dry" o deshumidificación. Extrae humedad del aire sin necesidad de ventilar constantemente.
- Deshumidificadores Portátiles: Son la opción ideal, ya que extraen la humedad del ambiente de forma eficiente sin alterar la temperatura drásticamente.
Problemas tardíos y cómo prevenir futuros desastres
Incluso después de una aparente recuperación, pueden surgir problemas:
1. Problemas ocultos Post-Inundación
- Filtraciones en tejados: El agua pudo entrar por juntas o grietas. Revisa cubiertas y aplica impermeabilizante si es necesario, siempre sobre superficie seca.
- Puertas y ventanas de madera hinchadas: No las fuerces ni las seques al sol directo. Deja que sequen lentamente a la sombra y bien ventiladas. Evalúa si necesitan reparación o sustitución.
- Fallos eléctricos: Insiste en la revisión profesional si el agua alcanzó las instalaciones.
2. Medidas de prevención
Si vives en una zona con riesgo de inundación, considera estas medidas:
- Revocos hidrófugos: Aplica morteros especiales en la base de los muros (hasta cierta altura) para repeler la humedad ascendente.
- Mantenimiento de desagües: Limpia regularmente canalones, sumideros y bajantes para asegurar que evacuan el agua correctamente.
- Materiales resistentes: Si reemplazas puertas, ventanas o mobiliario de cocina/baño, opta por PVC, aluminio o materiales resistentes al agua en lugar de madera o aglomerados sensibles.
- Elevar mobiliario: Coloca muebles, especialmente los bajos (muebles de baño, bajo fregaderos), sobre pequeñas bases o patas resistentes (hormigón, plástico) de unos 10-15 cm para protegerlos de inundaciones leves.
Recuperar una casa tras una inundación es un proceso largo que requiere paciencia y método. No se trata solo de reparar lo dañado, sino de hacerlo bien para asegurar que tu hogar sea seguro y saludable a largo plazo. Actuar con conocimiento y sin prisas es la mejor inversión.