Introducción a las piscinas naturales
Las piscinas naturales, también conocidas como piscinas ecológicas, biológicas u orgánicas, son un concepto innovador pero a la vez muy antiguo que te permite disfrutar de un baño refrescante en un entorno naturalizado. A diferencia de las piscinas tradicionales con cloro, las piscinas naturales utilizan procesos biológicos para mantener la calidad del agua, creando un ecosistema acuático sostenible y beneficioso para tu salud y el medio ambiente.
¿Qué son las piscinas naturales?
Las piscinas naturales se inspiran en estanques y lagos naturales, pero ofrecen un espacio seguro y agradable para nadar. En lugar de químicos agresivos, utilizan plantas acuáticas y bacterias beneficiosas para filtrar y purificar el agua. La piscina se divide en dos zonas: una zona de baño para disfrutar del agua y una zona de regeneración, también conocida como zona de plantas o filtro biológico.
La zona de regeneración alberga las plantas acuáticas y sustratos filtrantes naturales como la grava. El agua fluye continuamente a través de esta zona, donde las plantas absorben los nutrientes que alimentan a las algas, evitando así su crecimiento excesivo. De esta manera, la piscina se mantiene limpia de forma natural.
Funcionamiento de las piscinas naturales
Las piscinas naturales se dividen en dos zonas:
- Zona de baño: El espacio destinado para el nado y disfrute.
- Zona de regeneración: También conocida como zona de plantas, biofiltro o área de humedal. Esta zona contiene plantas acuáticas y medios filtrantes naturales como grava, que ayudan a limpiar el agua mediante procesos biológicos.
Las plantas y microorganismos beneficiosos de la zona de regeneración absorben nutrientes del agua, evitando el crecimiento de algas y manteniendo la piscina limpia de forma natural.
Beneficios de las piscinas naturales
- Salud y bienestar: Olvídate de los productos químicos irritantes. Las piscinas naturales te permiten nadar en un agua libre de cloro, lo que resulta mucho más agradable para la piel, los ojos y el sistema respiratorio.
- Amigables con el medio ambiente: Las piscinas naturales tienen un impacto ecológico mínimo. No utilizan cloro, que es dañino para la vida acuática y contamina los recursos hídricos. Además, promueven la biodiversidad al proporcionar un hábitat para plantas, insectos, aves e incluso pequeños mamíferos.
- Belleza natural: Las piscinas naturales se integran armoniosamente con el paisaje de tu jardín, creando un oasis relajante y estético. A diferencia de las piscinas rectangulares de aspecto artificial, las piscinas naturales pueden tener formas orgánicas y adaptarse a tu gusto.
- Bajo mantenimiento: Si bien requieren mantenimiento, las piscinas naturales necesitan mucha menos atención que las piscinas con cloro. No hay que preocuparse por el constante equilibrio del pH, la adición de químicos ni la limpieza diaria. Su mantenimiento se asemeja más a la jardinería y puede resultar una actividad relajante.
- Costes operativos reducidos: Una vez establecidas, las piscinas naturales tienen costes de funcionamiento más bajos. Requieren menos energía para la circulación y el filtrado, y no necesitan la compra constante de productos químicos.
Las piscinas naturales son una opción ideal para aquellos que buscan una experiencia de baño saludable, sostenible y estéticamente agradable. Si estás pensando en instalar una piscina en tu jardín, considera la opción ecológica y natural. Te invitamos a seguir leyendo en nuestro blog para descubrir más detalles sobre el diseño, construcción y mantenimiento de piscinas naturales.
