Guía completa para limpiar tu barbacoa y dejarla como nueva
Si tu barbacoa está llena de comida quemada o da grima encenderla por la grasa acumulada, no te preocupes. Te enseñamos la mejor manera de limpiarla a fondo y mantenerla impecable durante toda la temporada.
La clave: Limpieza regular de las parrillas
- Limpia las parrillas después de cada uso: Puede parecer obvio, pero es fundamental. Si no lo haces, la comida quemada y la grasa se acumularán, dificultando mucho la limpieza posterior.
Herramientas innovadoras para una limpieza eficaz
Olvídate de los cepillos de alambre tradicionales. Hay opciones más seguras e innovadoras:
- Barbecue Daddy (Scrub Daddy) y Mr. Barbecue: Estos limpiadores utilizan vapor para eliminar la grasa y la suciedad. Solo tienes que mojarlos en agua fría, calentar la parrilla a temperatura baja-media y pasarlos por las rejillas. El vapor aflojará la suciedad incrustada.
- ¿Por qué son mejores que los cepillos de alambre?: Los cepillos de alambre pueden desprender cerdas que, si se ingieren accidentalmente, pueden causar problemas graves. Con estos limpiadores a vapor, evitas ese riesgo.
Scrub Daddy BBQ Daddy
Cepillo de Limpieza para Barbacoa con raspador y abridor de Botellas, Limpiador de Parrilla de Barbacoa, sin cerdas de Alambre con FlexTexture
¿Quitar la grasa elimina el sabor? ¡Falso!
Algunos piensan que limpiar la parrilla elimina el sabor de la comida. Sin embargo, la acumulación de suciedad puede provocar:
- Superficie de cocción irregular.
- Dificultad para sellar la carne correctamente.
- Llamaradas repentinas.
- Y lo peor: ¡trozos de comida quemada pegados a tus alimentos!
Limpieza profunda: Cuando la cosa se pone seria
Si tu barbacoa está muy sucia, necesitarás una limpieza a fondo:
- Desmonta la barbacoa: Retira las parrillas, los protectores de calor y cualquier otro componente extraíble.
- Raspa los restos grandes: Utiliza una espátula de plástico para eliminar la mayor cantidad posible de comida quemada de las parrillas y los protectores de calor.
- Remojo con desengrasante: Sumerge las piezas en un recipiente grande con agua y un desengrasante suave como Dawn o Simple Green. Si la suciedad es extrema, puedes usar un limpiador de hornos y parrillas como Zep, pero con precaución.
- Limpia el interior de la barbacoa: Raspa las paredes y el fondo con la espátula, y utiliza un cepillo para llegar a las zonas de difícil acceso.
- Retira la bandeja de grasa: Vacía la bandeja de grasa y límpiala a fondo.
- Frota y enjuaga: Una vez que las piezas hayan estado en remojo, frótalas con un estropajo (puedes usar lana de acero para las zonas más difíciles) y enjuágalas con agua.
- Seca y vuelve a montar: Seca todas las piezas y vuelve a montar la barbacoa.
¡Consejo!: Usa guantes y ropa vieja para evitar mancharte.
Limpieza exterior: ¡Que luzca como nueva!
- Limpia con agua y jabón: Utiliza una mezcla de agua tibia y jabón para platos en un pulverizador.
- Frota con una esponja no abrasiva: Presta especial atención a las zonas con residuos pegajosos.
- Enjuaga con agua: Asegúrate de eliminar todo el jabón.
- Seca con un paño de microfibra: Para evitar marcas de agua y darle brillo.
¿Óxido?: Si encuentras óxido, utiliza un limpiador específico como Barkeepers Friend.
Mantenimiento: La clave para una barbacoa duradera
- Usa una funda protectora: Especialmente si guardas la barbacoa al aire libre.
- Limpia las parrillas después de cada uso.
- Realiza una limpieza profunda al menos una vez al año.
Siguiendo estos consejos, tu barbacoa no solo estará limpia y reluciente, sino que también durará mucho más. ¡A disfrutar de la parrilla!
