Diseño de casas accesibles: 7 errores de movilidad que debes evitar
Cuando pensamos en el diseño de nuestro hogar, solemos proyectar una vivienda perfecta para nuestro estado actual. Sin embargo, la realidad es que todos envejecemos y, en algún momento, podemos necesitar adaptar el entorno a personas con movilidad reducida, ya sea por una lesión, una enfermedad, la edad o la convivencia con alguien que requiera mayor accesibilidad. Tener en cuenta estos aspectos desde el principio no solo garantiza comodidad y seguridad, sino que también evita futuras reformas costosas y tediosas.
A continuación, te presentamos los 7 errores más comunes en el diseño de una casa en términos de movilidad. Con estos consejos, podrás planificar un hogar accesible, sin renunciar a la estética ni a la funcionalidad, y asegurarte de que tu vivienda sea cómoda para todos, ahora y en el futuro.
1. Puertas demasiado estrechas y con obstáculos
Uno de los fallos más frecuentes es la instalación de puertas con anchos menores a 80 cm, lo que dificulta el paso con sillas de ruedas o andadores. Opta por puertas más amplias y, de ser posible, sin marcos inferiores que impidan el paso fluido. Asimismo, considera manillas de barra en lugar de pomos, ya que son más sencillas de accionar. Y no olvides que este mismo criterio de amplitud se aplica a pasillos y corredores: mejor si alcanzan al menos 90 cm, y si puedes ampliarlos a 1,10 m o 1,20 m, aún mejor.
2. Suelos resbaladizos y alfombras sueltas
Los suelos excesivamente pulidos, como ciertos mármoles o porcelanatos muy brillantes, pueden resultar muy resbaladizos, sobre todo en zonas húmedas como baños y cocinas. Elige pavimentos menos deslizantes. También evita alfombras sueltas: si te gustan, utiliza modelos con base antideslizante que no formen pliegues y reduzcan el riesgo de tropiezos.
3. Bañeras poco prácticas y duchas estrechas
Las bañeras pueden ser bonitas, pero su acceso y salida resultan incómodos incluso para personas con movilidad plena. Una ducha a ras de suelo, sin bordes que superar, es una solución más práctica. Asegúrate de que tenga una entrada amplia, un interior generoso (1,50 m de ancho es ideal si se precisa maniobrar con silla de ruedas), barras de apoyo, asientos integrados y accesorios a una altura adecuada. Del mismo modo, considera inodoros más altos o asientos elevadores para facilitar su uso.
4. Ausencia de rampas y desniveles en la vivienda
Los peldaños sin alternativa de rampa son uno de los principales impedimentos para la accesibilidad. Si tu entrada se encuentra a cierta altura, incorpora una rampa con una pendiente moderada (no superior al 10%) que pueda utilizarse con seguridad. También es aconsejable evitar desniveles interiores que dificulten la circulación, limiten la ubicación de muebles y entorpezcan la vida diaria.
5. Interruptores y enchufes a alturas inadecuadas
Colocar interruptores y enchufes a más de 1,30 m del suelo dificulta su alcance. Una altura entre 90 cm y 1,15 m es mucho más cómoda y accesible para todos. No repercute negativamente en la estética, y además facilita el uso cotidiano a personas mayores o con movilidad reducida, así como a cualquier usuario.
6. Muebles de cocina elevados y poco accesibles
Armarios y alacenas demasiado altos o profundos complican el acceso a su contenido. Valora la instalación de estantes extraíbles, cajones amplios y una distribución ergonómica que evite tener que subirse a taburetes o escaleras. Asimismo, sitúa hornos y microondas a una altura cómoda para manipular con seguridad recipientes calientes sin riesgo de caídas o quemaduras.
7. Escaleras sin previsión de alternativas futuras
Las escaleras pueden convertirse en un verdadero obstáculo con el paso del tiempo. Si no puedes prescindir de ellas, reserva un espacio para un futuro ascensor interno o un sistema de elevación que facilite el acceso a plantas superiores. Otra opción es disponer en la planta baja de una habitación espaciosa y un baño cercano, que puedan convertirse en dormitorio principal en caso de que subir escaleras ya no resulte cómodo.
En cualquier caso, no olvides colocar barandillas o pasamanos. Aunque las escaleras sin ellos puedan parecer más estéticas, la seguridad debe prevalecer. Con un diseño cuidado, es posible conjugar funcionalidad, accesibilidad y buen gusto.
Diseñar una casa pensando en la accesibilidad no significa renunciar a la belleza o modernidad. Al contrario, implica anticiparse a las necesidades futuras y crear un hogar verdaderamente duradero y acogedor. Las mejoras y precauciones aquí descritas no desvirtúan el proyecto, sino que lo optimizan, garantizando que tu vivienda siga siendo cómoda, práctica y segura a lo largo de toda la vida.
¿Has aplicado alguna de estas soluciones en tu casa? Comparte tu experiencia en los comentarios. Tus ideas pueden inspirar a otros a crear espacios más habitables y pensados para todos.